miércoles, 8 de marzo de 2017

Mapa genético de España

La parte roja de las esferas representan el gen R1b 
de lo que esta compuesto la mayor parte de la 
descendencia Europea.
Para aportar algo de luz al tema de la descendencia genética de los Europeos, científicos de diversas universidades han colaborado para confeccionar el mayor mapa genético de Europa conocido hasta hoy. Para ello se centraron en individuos cuyos abuelos procedían del mismo país por medio de un complejo análisis informatizado con el objetivo de conocer el origen de los ciudadanos europeos, así como comprobar la separación genética entre ellos.

Los científicos estudiaron puntos genéticos conocidos como polimorfismos del nucleótido simple (o SNPs que son una variación en la secuencia del ADN que afecta a un único nucleótido del genoma). Los SNPs forman hasta el 90% de todas las variaciones genómicas humanas y no cambian mucho de una generación a otra, por lo que es sencillo seguir su evolución en estudios de poblaciones. Estudiando los SNPs presentes en cada población se pueden hacer grupos, establecer relaciones de descendencia, hasta llegar finalmente a encontrar los ancestros que dieron origen a la población humana. Una vez vertidos los datos obtenidos en gráficos, los científicos descubrieron que los individuos con estructuras genéticas similares se agrupaban cerca unos de otros, de manera que su distribución hizo visibles las principales características genéticas y geográficas de Europa.

El plano genético detallado por naciones guarda gran similitud con el mapa político de Europa, si bien refleja que a pesar de las diferencias, todos los europeos están emparentados genéticamente en mayor o menor medida. Entre otras conclusiones destacables, el mapa identifica dos claras barreras dentro de las fronteras europeas. La primera, bien visible, la representa Finlandia. Se trata de un caso especial. Los individuos fineses tienen particularidades genéticas, seguramente por relacionarse con habitantes procedentes de Siberia. En cualquier caso son los europeos más distintos al resto. El estudio argumenta, además, que el pequeño número de finlandeses, así como su lejanía geográfica, propició una expansión local que les permitió conservar genes atípicos. La segunda barrera, que a su vez sirve de punto de inflexión en el eje norte-sur, son los Alpes. La dificultad que suponía en el pasado vadear las escarpadas cimas alpinas segregó a los italianos de los demás europeos. Aunque el caso no es tan extremo como el finlandés, sí se puede observar cierta distancia genética entre una buena parte de los habitantes del sur de Italia y el resto. Se especula que durante el imperio romano llegó gente a Roma de todas las provincias del Imperio, ya sea esclavos, mercenarios o mismos soldados romanos nativos, de ahí su gran heterogeneidad genética, especialmente al sur de Roma. De hecho resulta especialmente destacable la diferencia genética que se observa entre los italianos sureños y los del norte.

Lo que la ciencia nos demuestra y deja claro es que la composición genética de los antiguos pobladores de la Península Ibérica era muy similar a la que se encuentra en la moderna España, lo que sugiere una fuerte continuidad genética a largo plazo desde la época prerromana. Por España pasaron muchos pueblos, pero muchos dejaron poca o ninguna huella genética, parece ser el caso de árabes y cartagineses/fenicios o romanos. Los que realmente nos dejaron huella fueron los antiguos Celtas e Iberos. Los íberos formaban parte de los habitantes originales de Europa occidental y eran similares a las poblaciones celtas del primer milenio antes de Cristo de Irlanda, Gran Bretaña y Francia. Posteriormente, los celtas cruzaron los Pirineos en dos grandes migraciones: en el IX y el VII siglo a. C. Los celtas se establecieron en su mayor parte al norte del río Duero y el río Ebro, donde se mezclaron con los íberos para conformar el grupo llamado celtíbero.

El haplogrupo predominante en el 70% de los españoles es el R1b. conservamos así el linaje de los primeros pobladores del continente además de una importante herencia celtíbera. Ni los fenicios/cartagineses, ni los griegos, ni los romanos, ni los árabes modificaron sustancialmente la composición genética de esa población primigenia, la aportación de estos pueblos fue mucho más fuerte a nivel cultural que a nivel genético. Eso se debe a muchas razones diversas, entre otras, que estas poblaciones invasoras nunca fueron relevantes numéricamente respecto del resto de la población, algunas de ellas (griegos y fenicios) se dedicaban a construir colonias costeras para el comercio, no a invadir a los nativos. Por otra parte el Estrecho de Gibraltar nunca fue cruzado por una migración importante desde Norafrica a Europa o desde Europa a Norafrica. Eventos demográficos incluyendo el Neolítico, contactos mediterráneos (desde el segundo milenio A.C al periodo romano), y las expansiones islámicas parecen haber tenido poco impacto genético sobre los intercambios norte-sur.

Así, Celtas, Iberos, Celtíberos y Visigodos, son los linajes con más descendencia genética heredada por los Españoles.


Las frecuencias más altas del gen R1b se encuentran en poblaciones de Europa Atlántica principalmente en galeses 89%. Seguidamente en los irlandeses 81%, escoceses 77%, españoles 72%, ingleses 60%, belgas 63% y portugueses del sur 50%. Encontramos menos frecuencia en los italianos (Italia continental): 40%, alemanes 39%, checos 35.6%, sicilianos 24.5%, noruegos 25.9%, suecos 20%, sardos 19%, y croatas 15.7%.


Fuentes:

http://www.eupedia.com/europe/Haplogroup_R1b_Y-DNA.shtml
http://www.eupedia.com/europe/origins_haplogroups_europe.shtml
http://jlrodero.blogspot.com.es/
https://es.wikipedia.org/wiki/Haplogrupo_R1b_del_cromosoma_Y
http://www.unitedexplanations.org/2013/05/29/como-es-el-mapa-genetico-de-europa-y-de-espana/
http://jesusgonzalezfonseca.blogspot.com.es/2011/09/como-es-el-mapa-genetico-de-europa-y-de.html?showComment=1441096333998#c833793267145170130

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